Estos estantes livianos están camuflados como si de un libro cualquiera se tratara. Pero no... En realidad, son una estructuras de madera muy básicas que parecen estar levitando junto a la pared. ¡Mira qué sencillo es construirlas! Brico
Un simple armazón de madera a base de listones es la base de estos originales portalibros. Después sólo hay que forrarlo con cartón y percalina, un tipo de forro que se usa para encuadernar.
La percalina tiene un lado de tela y otro de brillo.
El lado tela es donde se introduce la cola
para fijar al cartón; el lado brillo es el exterior del forro.
Unos listones de 1 x 4 cm y tacos de madera de sección cuadrada de 4 x 4 cm son la base del armazón para estos estantes. Los extremos de los listones se redondean. Los tacos cuadrados llevan unas perforaciones para que pasen los tornillos de sujección del estante con la pared.
PASO 2
Todos los componentes se ensamblan con cola blanca y se
mantienen con unos pequeños sargentos hasta que la cola esté completamente seca.
PASO 3
Los bordes vistos de las "páginas" se pintan de gris claro;
la zona redondeada pegada a la pared se pinta de oscuro
como si fuera la sombra que arrojan las hojas del libro.
PASO 4
La encuadernación de libro consta de tres partes: dos cubiertas de 3 mm de espesor de cartón gris y un lomo de cartón ondulado (amarillo). Esta última parte se sujeta a las otras con restos de tela de encuadernar (roja) y cola. Ahora se recorta la tela de encuadernar dejándola sobresalir 2 cm del cartón, se cortan las esquinas en ángulo de 45 º y se pega todo con cola de carpintero diluida.
PASO 5
Utiliza cinta adhesiva de doble cara para recubrir la
estructura de madera de la parte de la cubierta del libro.
PASOS 6 y 7
El último paso es fijar el anaquel a la pared con
tacos y tornillos, eliminar la cinta adhesiva que
sobre y apretar la cubierta del libro con firmeza.